La World Wide Web. – Cualquier persona que haya trabajado en el mundo de la publicidad sabe que la hora de salida nunca es la real y que la mayoría de clientes piden cambios en sus piezas a diestra y siniestra. Fue así como una compañía japonesa decidió al fin cobrar venganza.
Primera imagen enviada al cliente
Esta fue la imagen que los diseñadores le enviaron al cliente, una compañía de fideos japonesa, pero a este no le pareció suficiente y exigió algunos cambios.
Primeros cambios exigidos por el cliente.
Los cambios requerían una ida a la peluquería, cirugías plásticas e inventar criaturas “no humanas”, pero aún así los diseñadores decidieron obedecer a las sugerencias.
Segunda imagen enviada por los diseñadores.
Luego de aplicarle tinte a la modelo, liberar a varios animales de un zoológico y llenar el cielo con transportes aéreos poco prácticos el cliente aún no estaba satisfecho, así que pidió unos cambios extra.
Segundos cambios solicitados por la compañía de fideos.
Luego de estas exigencia sin sentido los diseñadores decidieron cumplirlas a cabalidad y llevarlas al máximo.
Última imagen enviada por los diseñadores.
Aunque el cliente se sintió ofendido por la última propuesta, la compañía de marketing decidió publicar la historia y convertirse en un éxito viral. Aunque si les somos sinceros, de verdad preferimos el último poster.
DESPERDICIADAMENTE REAL
"Vamos a comportarnos aunque sea por mi mamá", suplicó el tío que todo el año…
Es casi como un martirio divino
AHÍ VIENE SU PRÓXIMA PELI
FINALMENTE PERO CIERTO
Los que consigan bollos y salgan intactos recibirán la "medalla del honor"