Cueva del Clamato.- Kevin Ezequiel, joven que trabaja y estudia, se ha mostrado confundido últimamente debido a que el entrenamiento que le dieron no se puede aplicar en el lugar de copias donde trabaja.
Sus ganas de atender a los clientes se han visto frustrada ya que los universitarios que llegan a sacar copias de los libros que alquilan de la biblioteca, se han mostrado ofendidos porque Kevin les pregunta “si por detrás también” cuando les toma suavemente el libro a fotocopiar.
“Ya no sé ni que quieren las chicas y chicos, llegan corriendo para que les saquemos sus copias y se ponen roñosos si les pregunto si la quieren también por detrás”, se quejó confundido el joven.
El dueño del lugar ya ha recibido muchas quejas de su trabajador, lo que lo ha obligado a supervisarlo de cerca para ver si es cierto que Kevin acosa a las muchachitas, tal y como decían varias papeletas en el buzón de sugerencias.
Hubo un tiempo en que pretendían evadir impuestos hacer donaciones y pensaron en implementar el redondeo, pero hubiera implicado que los empleados preguntaran si “se los redondeaban”, por lo que prefirieron evitarse problemas con sus clientes malpensados.
Ante la situación delicada, se introducirán nuevas máquinas automatizadas para fotocopiar libros sin necesidad de estarlos manipulando, en las que serán los propios estudiantes los encargados de ordenar que es lo que desean sin que se sientan amenazados fuera de sus “espacios seguros”.
INDESTRUCTIBLEMENTE REAL
DEGRADADAMENTE CIERTO
SEPARADAMENTE REAL
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El pasar dos horas buscando estacionamiento es el primero paso para la canonización
La respuesta diplomática ya surtió efectos