Coyoacán.- Es claro que este mundo aún tiene esperanza y salvación. No, no todo está perdido. A veces los feos también dejamos de ser vírgenes. Llega el momento en que una persona por fin se fija en nuestros sentimientos, o por fin sirve de algo ir mucho al gimnasio, o tener algún talento artístico, o tener mucho dinero, o ser superdotado (física o mentalmente).
Cuando los feos por fin tienen novia, aparece una misteriosa rosa blanca, y ellos, como agradecimiento, le prenden una veladora a San Antonio, a la Virgen y al mismísimo Dios, mientras exclaman: “¡gracias, Universo, gracias por darme una novia!”, o también: “¡gracias, Diosito, gracias por hacer que mi novia llegara tarde a la repartición de novios!”
Ustedes, queridos lectores, dirán: ¿pero qué ventaja tendrá andar con un feo? Ay, pues muchas ventajas, uuuh. Pero aquí les diremos catorce ventajas por las que los feos rifamos más que los que tienen la cara bonita. Pásele güerita, pásele güerito, léale sin compromiso:
"Ahorita llega la novia, tía"
RECLAMONAMENTE CIERTO
BOCONAMENTE REAL
"Ni parece que está hablando español", se quejó el dueño de una franquicia de pollos…
Yamcha tampoco puede superar que le hayan bajado a Bulma
Son los mismos que se andan con gorra en todos lados