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11 ingeniosas maneras de engañar a tu panza cuando tienes un buen de hambre y no tienes dinero

Cuando la tripa suena es que hambre lleva

Valle del Hambre.- El sentimiento más doloroso no es el desamor, es el hambre. Y en algún momento a todos (excepto a los millonarios) nos toca vivir una época de comer poco, o comer a deshoras, o aguantarse porque nuestra mamá nos decía: “en tres horas ya va a estar la cena, y si comes algo antes, ya no querrás cenar”.

Entonces, cuando el hambre conmueve a nuestro necesitado estómago, tenemos ingeniosas alternativas de “engañar a la panza” con un poco de comida la cual no es llenadora, pero nos ayuda a aguantar un poco más. Estos alimentos son nacionalmente reconocidos como los “tentempié”, y ayudan a que nuestra tripa deje de protestar.

Después de realizar cientos de encuestas a estudiantes (de universidades públicas, por supuesto), encontramos las 11 maneras definitivas con las que podemos hacerle creer a nuestra panza que está recibiendo un sabroso alimento. Toma nota:

 

1. Un taquito de canasta (no, amigos de provincia, los tacos de canasta no llevan canasta)

2. Unos Totis (alabados sean los Totis)

3. El fino arte de masticar cacahuates japoneses poco a poco y pensar que es una comida completa

En Japón, los cacahuates japoneses son cacahuates mexicanos

4. Una alegría de tres pesos una o, bien, si lo prefieres, te llevas la oferta, la promoción de dos alegrías cinco pesos

5. Un elote (cuando tienes más varo porque ya cuestan como $20)

6. El taquito con sal

7. Dos horas masticando el mismo chicle

8. Las muestras gratis de los supermercados (con ésas hasta puedes comer completamente)

9. Los Cazares con un buen de chile

10. El bolillo recién salidito del horno (tu imaginación lo convierte en una deliciosa torta)

11. Los jochos perrones de dos por diez pesos

 

Lui

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