Refri gringo.- Hace unas horas, el presidente norteamericano Donald Trump anunció que sostuvo una reunión con ejecutivos de Coca-Cola, donde les pidió que agregaran azúcar de caña real en sus bebidas. Y si alguien sabe de consumo de refrescos, es él.
“He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido a hacerlo”, publicó Trump en sus redes sociales, mientras sorbía algo sospechosamente gaseoso.
Desde que el neoyorquino asumió el mando, su secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., había expresado su preocupación por el impacto que el jarabe de maíz —presente en los productos de Coca en EE.UU.— podría tener en la salud pública.
El departamento a cargo del descendiente de los Kennedy advirtió que el consumo de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa podría estar vinculado con la obesidad infantil, la diabetes tipo 2 y los problemas existenciales a los 30, por lo que apoyó la iniciativa del expresidente.
Cabe mencionar que el azúcar de caña real sí se usa en México, y que según expertos, catadores y doñitas que te ofrecen coquita con hielo hasta en funerales, el refresco sabe “infinitamente mejor” en territorio nacional. Por eso, el mismísimo Trump quiere replicar la fórmula.
“Este será un muy buen movimiento por parte de ellos. Ya lo verás. Es simplemente mejor”, recalcó el polémico personaje, y eso que jamás se ha ch*ngado una coquita bien helada con una birria de borrego, ni ha remojado pan dulce en ella como debe ser.
Se espera que la “American Coquita” con azúcar real esté disponible en tiendas para finales de año, justo a tiempo para el siguiente ciclo electoral y los tamales navideños en Houston.
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