Cazadores de ballenas argumentan que su actividad es cultura y deja mucho dinero

“El ballenato vive como rey hasta que lo convertimos en aceite”, aseguran

Islas del Arpón.- El gremio de cazadores de ballenas ha salido en defensa de su noble tradición, asegurando que su actividad es parte de su cultura y deja una importante derrama económica, que incluso podría competir con la del tráfico de marfil y las peleas clandestinas de perros.

Esto surge como respuesta a la serie de iniciativas que se han aprobado en los últimos días, las cuales pretenden limitar la actividad de estos prohombres que surcan los mares enfrentándose a peligrosos cachalotes y ballenas azules asesinas.

Las bellenas viven como reinas antes de ser convertidas en vitaminas

“¿Cómo no dicen nada cuando comen sushi, verdad? Ah, pero les molesta que atrapemos cachalotes”, argumentó sesudamente uno de estos bondadosos balleneros.

Además de defender su industria, que mantiene a flote la economía de las islas del sur, los balleneros han señalado que cazar ballenas es una práctica ancestral, transmitida de generación en generación, como la costumbre de tirar agua el Sábado de Gloria.

Según los defensores de la caza, las ballenas llevan una vida de lujos, comiendo plancton todo el día y jugando con su espiráculo antes de convertirse en perfumes y suplementos alimenticios.

“Comen todo el día, nadan por donde les da la gana, se aparean y hasta salen en documentales de Discovery Channel”, razonó un manifestante mientras sostenía un arpón.

Y por si te lo perdiste: captan momento en el que sale un enjambre de cucharachas en pleno concierto de Christian Nodal.

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