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Que lo sigan al hotel, dice: captan a otro gringo molesto con la música en las playas de Mazatlán

Según él tapándose los oídos con las manos

Costa Pecosa.- Ya salió otro gringo a hacer jetas porque le pusieron música de banda en las playas de Mazatlán, y pues alguien que les avise de la opción que tienen para que dejen de estar sufriendo.

Desde hace algunas semanas, el tema de los extranjeros quejándose de la música en las playas mexicanas ha sido deporte nacional, tanto que ha levantado una peligrosa animosidad hacia los turistas, pero esa es otra historia.

Por más que estas personas que se han atrevido a quejarse de las tradiciones locales han sido “funadas” sin piedad, éstas siguen apareciendo y pues ya va siendo hora que los Consulados gringos le avisen a sus ciudadanos que quedarse no les va a dejar nada por mucho que vayan a dejar su “derrama económica”.

Los gringos sí que son “especiales”

Es así que ahora ha salido un nuevo video en donde se ve a un sujeto (aparentemente gringo por ser descendiente de los pioneros que llegaron a “Lejano Oeste”

pero que no heredó nada de ellos) realmente molesto por el “ruido” que provenía de la playa mientras él comía en un restaurante mazatleco.

Más allá de que no sabemos por qué los gringos creen que su jubilación (o sus vacaciones) es sagrada, y nadie debe importunarlos cuando estén en otro país, llama la atención la prepotencia con la que el individuo realmente cree que manoteando va a lograr que la banda se detenga.

El clip muestra cómo en algún momento, la personita incluso se tapa las orejas con los dedos, incomodando hasta a su misma esposa quien seguramente empezó a recordar al compañero en la prepa que quería con ella y que terminó rechazando por el espécimen que tiene enfrente.

La bella publicación termina con los músicos tocando aún más alto, mientras suponemos que la digestión del individuo no se pudo realizar, y roguemos que después de eso, haya contactado a la aerolínea para intentar adelantar su regreso.

Y para estar al día: Danna Paola aseguró que ella tampoco se siente querida por los mexicanos, igual que Eiza.

Adolfo Santino