Pasajero se desesperó porque no abrían el avión y se salió por la puerta de emergencia

Se fue a sentar a la pista y luego volvió al avión como si nada

Pista de los intrusos.- Un pasajero se desesperó de esperar a que el avión despegara y terminó abriendo por la puerta de emergencia para salirse.

Los hechos se presentaron en la veintiúnica pista del aeropuerto “Benito Juárez” de la Ciudad de México, en un vuelo que iba rumbo a Guatemala, el cual se había demorado varias horas, provocando la desesperación del pasajero.

Según la versión de Aeroméxico, el sujeto habría forzado la salida de emergencia para sentarse sobre la pista, y luego volver a ingresar a la cabina, lo que prendió todos los protocolos tanto de la aeronave como del aeropuerto.

Este pasajero ha de haber creído que la salida de emergencia era una ventanita normal

Evidentemente por eso, el pasajero fue detenido por las autoridades del aeropuerto, lo que ocasionó molestias en los otros pasajeros quienes tenían “otros datos” a los ofrecidos por la aerolínea.

Acorde al resto de los pasajeros, el sujeto “les salvó la vida” porque se estaban ahogando dentro de la cabina ya que estuvieron esperando por más de 4 horas y no prendían el aire acondicionado.

Derivada de esta versión (que evidentemente es la buena), todos escribieron una carta en la que se dicen inconformes con la detención del héroe:

“Todos los pasajeros del vuelo de CDMX a Guatemala AM 0672 manifestamos que el pasajero a bordo que abrió la ventana de emergencia fue en protección de todos, con el apoyo de todos, pues la demora y falta de aire creó condiciones peligrosas para la salud de los pasajeros”, decía la carta que deja a Aeroméxico como pariente de Pinocho.

Hasta el momento se desconoce la situación jurídica del sujeto, pero parece que o la aerolínea retira los cargos en su contra, o se le vendrá uno de esos boycots sabrosos.

Y pues bueno, cerramos esta nota con un paralelismo cinematográfico de la situación:

Hablando de personas de bien: un restaurante vegano tuvo que empezar a vender platillos de carne para no quebrar.