Cuarto de Crayolas.- La ilustradora colombiana que mintió sobre trabajar en la película “El Niño y la Garza” , al parecer habría mentido en todo lo que ha dicho de su vida profesional (al menos).
La chica de nombre Geraldine Fernández se hizo viral hace unos días justo por haber presumido que había colaborador en el filme del estudio Ghibli luego de que se alzó con el Globo de Oro a “Mejor película animada”, galardón que seguramente repetirá en los Oscar y no gracias a ella.
“Hice parte de un par de escenas, las cuales eran la composición de 25.000 fotogramas, Lastimosamente, por temas de confidencialidad de Studio Ghibli, yo no puedo mostrar más allá de lo que he mostrado, de lo que he dicho, hasta que la película no salga de carteleras y se vuelva comercial”, había asegurado Geraldine antes de que la cacharan feo en la mentira.
Como les decíamos, fue en días pasados que la “bomba explotó” y se supo que los de Ghibli ni topaban a la chica, y que por supuesto, su nombre no aparecía en los créditos de la cinta, justo porque jamás participó en ella.
Y pues resulta que los documentos que ella presentó en donde la “avalaban” de haber participado en el proyecto, estaban en japonés (creyó que no habría un solo latino que hablara nihongo), pero estos eran reconocimientos por participación en concursos de cerámica… ¡los cuales tomó en línea!
Una de las mentiras más ridículas, fue que la chica había presentado otros fotogramas que según ella había hecho, y que tenía en sus redes sociales, antes de cerrar todas y despareciera esperando que todo este escándalo pasara (si supiera que el mundo jamás la va a olvidar). Evidentemente, también eran plagios de otros artistas:
Fernández también aseguraba que había tomado una maestría en Japón que le patrocinó la empresa Tecnoglass, aunque justo los certificados solo hablaban de su participación de un simposio virtual también sobre cerámica.
Incluso antes de que se confirmara que había falseado en todo, le habían hecho una entrevista en donde le pidieron que hablara en japonés, y al ver como se trabó, era un adelanto que todo era una farsa.
Al momento, las únicas declaraciones de la ilustradora han sido que ella “exageró” con su prticipación en el film de Miyazaki, reduciendo de 50 mil fotogramas a 200, según dice, además culpó a una de sus amigas por revelar su colaboración con los estudios Ghibli a la prensa, sí claro, ella tiene la culpa.
Cerramos con un magno tutorial de la ilustración, ofrecido por la misma Geraldine que callara todos los rumores respecto a lo que se anda diciendo de ella:
"A mi suegra una vez no le cobraron sus compras", comentó guajiramente un comprador compulsivo
A VOLVER A HACER CITA PERO CIERTO
INMA*MABLEMENTE CIERTO
CIVILIZADAMENTE REAL
VUELA ALTO, HÉROE
IRREFUTABLEMENTE REAL