Desayunador Godínez.- Aquellos empleados que den en el intercambio de Navidad una taza con chocolates recibirán una acta administrativa a manera de amonestación.
La sanción será con el fin de desincentivar este tipo de acciones en el futuro que solo demuestran que el empleado en cuestión no tenía ningún interés en “poner de su parte” en la posada.
“Has sido agregado al grupo ‘Intercambio Oficina 2023’ donde no se permiten tazas con chocolates”, dirá la descripción del grupo para prevenir este tipo de desprecios.
Esta política será general en todos los centros de trabajo, e incluso se espera que la Procuraduría Federal del Consumidor coopere incautando este tipo de artículos que venden en esta época del año en todos los tenderetes de la ciudad.
“¿Para qué vende tazas si nadie las quiere?”, preguntará un inspector de la PROFECO a un ambulante antes de requisitar todo su producto.
Una vez que se destierre esta práctica insana, se cree que la sociedad alcanzará un grado de felicidad solo comparable a cuando Dragon Ball Z cambiaba de temporada luego de repetirse 3 veces la saga de Freezer.
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