Peña de las Vísceras.- Investigadores de las artes culinarias han determinado que no existe persona en el mundo que pida gustosamente un hígado encebollado.
Esto tras hacer un muestreo de los puestos callejeros de todo el país, el cual abarcó los hábitos gastronómicos de los mexicanos, enfocados específicamente a los antojos.
“O sea, la gente se lo come cuando ya no hay otra cosa en el puesto de tacos, o cuando la tía lo hizo para hacer rendir la comida, pero jamás por gusto”, determinó un investigador grasiento.
Para darle fuerza a esa declaración, el grupo especializado presentaron pruebas de que la gente jamás pide semejante platillo a menos que pueda evitarlo, y que cuando recurren a él es para usar la cebolla que se estaba echando a perder en el refri.
De igual forma, se adjuntó una encuesta en donde se le preguntó a 100 transeúntes cuál era el platillo que más aborrecían, siendo en 68 de los casos el hígado encebollado, y el resto de las respuestas se repartían entre las tostadas de pata y las sopas Maruchan, pero muy lejos de las vísceras que nos han dicho que son comestibles.
“Es que no sabe a bistek pero tampoco a engrudo, sabrá Dios qué sea”, expuso una encuestada al hablar de semejante platillo.
Esta información será usada por el gremio de mercados para hablar con los dueños de puestos y carritos que venden ese platillo, para que mejor prueben suerte con algo menos nauseabundo, como grillos asados o ancas de rana.
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