Increíble pero cierto

Se le calentó la turbina: Mujer furiosa hace destrozos en el AICM

Ha de haber traído medio kilo de sobrepeso en su maleta

Puesto de (des)control.- Una mujer empezó a hacer destrozos en el mostrador del Aeropuerto de la Ciudad de México y parece que tenemos nueva “lady”.

Los hechos ocurrieron en el mostrador de la aerolínea (presumiblemente) de Volaris, cuando una mujer empezó a destrozar el mobiliario sin que hubiera poder humano o divino que la hiciera entrar en razón.

Para mala fortuna de todos los chismosos (incluyéndonos), en el video que ya se ha vuelto viral no se alcanza a ver cuál fue el problema que provocó que la mujer perdiera la cordura y se lanzara contra los pobres monitores lanzados al mercando en el año 2001.

“No me regresen mi dinero, no me regresen mi dinero, me vale ma%&$#e, pero esto les va a costar”, se escucha decir a la mujer con lo que podemos inferir que se trata de algún cargo que ella no aceptó o tal vez eso de los pesos de las maletas que enloquecen a cualquiera.

El mostrador de la aerolínea fue invadido por una cliente un poco molesta

En las imágenes se observa como va destruyendo monitores, teléfonos, y todo lo que fue encontrando en su camino, siempre manteniendo la mirada ecuánime.

Mientras la señora realiza su pademoniúm, es grabada por personal de la aerolínea al tiempo que le daban aviso a las autoridades del aeropuerto para que detuvieran a la mujer fuera de sí (oh sí, de ahí viene la palabra “furioso/a”).

“Pero eso, págalo tú”, le dije la doñita a un empleado de la aerolínea que ya había sido advertido de que tendría que tratar con clientes “complicados”.

“No la justifico, pero puedo entender la impotencia”, “Debió controlarse más, pero Volaris realmente hace cosas similares”, “Pues me falta contexto, no sé por qué se puso así, pero para llegar a ese punto tuvieron que haberla tratado muy mal”, fueron los comentairos de los cibernautas que ya saben cómo se las gastan las aerolíneas.

 

Ya que andamos con metidas de pata: una influencer andaba promocionando un bar clandestino y nomás provocó que lo clausuraron.

Adolfo Santino