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Novios eligen rola de Bad Bunny como vals y pues se ve que no entendieron la letra para nada

Este matrimonio sí tiene futuro

Altar de los perreos.- Unos novios eligieron una rolita de Bad Bunny como su canción de vals y parece que nunca le pusieron atención a la letra.

Se trata de “Dakiti” como la elegida como primer baile del nuevo matrimonio quienes por alguna razón pensaron que se trataba de una canción romántica digna de bailar con el amor de tu vida.

El bello momento fue subido por una de las invitadas quien hace una transmisión en vivo al instante mismo que se percata que sí, de neta, acaban de poner “Dakiti” como vals.

Bad Bunny inspirando a los nuevos matrimonios

“We, no lo puedo creer, literal… pusieron ‘Dakiti'”, asegura la usuaria Yazmin Barba en su video haciendo un uso pulcro de la palabra “literal”.

@yazdbarbr Nunca lo voy a superar jajajaja aquí la importancia de google translate 😂😂#badbunny #weddingtiktok ♬ DÁKITI – Bad Bunny & Jhayco

En efecto, la canción habla de un sujeto que empieza a tener relaciones de despecho luego de un rompimiento, lo que no impidió que alguien creyera que era idónea para un vals.

Así reza la culta letra de la rola en cuestión:

“…Baby, a ti no me opongo, Y siempre te lo pongo (-pre te lo pongo), Y si tú me tiras, vamo’ a nadar en lo hondo (nadar en lo hondo), Si es por mí te lo pongo, De septiembre hasta agosto, Y a mí sin cojone’ lo que digan tus amigas…”

No hay duda que en 20 años escucharemos esa canción y se nos hará como alguna pieza de Mozart, ¿verdad?

“Ese vals fue un perreo coquetón y elegante”, “Urge un plan ‘Español sin barreras’”, “Perrean elegantemente”, “No se burlen, así nos vemos nosotros bailando canciones en inglés porque suenan románticas”, “Fingí que no sabía español y la verdad sí se escucha como una canción para bailar como vals”, “No puedo con esto, si me hubieran invitado a mí yo paraba el vals”, fueron algunas reacciones que perrearon hasta abajo.

Y por si te lo perdiste: ya salió el trailer de la nueva “Matilde” de Netflix y pues sí, está lleno de “inclusión”.

Adolfo Santino