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Godín estaba calentando su lonche en el trabajo y por poco incendia la oficina

Era mejor idea el atún

Comunicad Cubículo.- Un empleado de oficina estaba bien feliz porque se había llevado un toper con burritos de huevo para ahorrarse lo del atole con los tamales, solo que cuando quiso calentar su lonche por poco incendia la oficina.

Y es que antes que una copiadora, toda oficina que se respeta debe tener un microondas en un área improvisada que será el “desayunador”, mismo en el que un día alguien meterá brocoli con pollo y quedará oiendo a eso para siempre. Y fue en ese micro del trabajo donde este individuo uso el electrodoméstico de fogata.

La historia fue subida a TikTok (la red que muchos pensamos que no tenía futuro) por el usuario Roberto Herrera, quien suponemos que es el mismo Godín con miedo constante a que le hablen de recursos humanos.

En la oficina hay que convivir con todos los compañeros… aunque no sepan usar el micro

“Yo desayunando burritos de wuebito con jamón para estar al tiro en el jale y ganarme el bono… ¡Jesús de Veracruz! ¿por qué nadie me dijo que el alumnio no va en el micro? Pues no hubo burritos ni bono, pero las risas no faltaron XD”, dice el sujeto mientras preguntaba que si ya pasó la señora de las gorditas.

@robertoherrera924 Yo solo quería mis burritos y casi nos quedamos sin oficinas #vidagodin #aldeagodinez #vidagodinez #vidagodinezcheck #burritos #mexico #tiktokmexico #tiktokmonterrey #monterrey #godinezlife ♬ We Didn’t Start the Fire – Billy Joel

En este medio creemos firmemente que si alguien no sabe que el metal, aluminio y coronas de los dientes no se pueden meter al micro, no solo no merece el bono, sino tampoco el reparto de utilidades.

Tan fácil que era haber hecho una torta de huevo con pico de gallo que no necesita recalentarse, aunque el detalle de haber puesto la rolita de “Ryan started the fire” que sale en The Office hace que sintamos empatía por el Godín que hizo ayuno ese día.

 

Leer más: un chofer fue captado comiendo en unos tacos con todo y los pasajeros arriba del camión.

Adolfo Santino