Embotelladora encebollada.- La COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, según su significado en jeroglíficos egipcios) ha emprendido una cruzada en contra de algunos refrescos y de hecho, ya incautó miles de botellas obligando a millones de comidas a pasarse la comida a brincos.
Tal vez recuerden a la Cofepris por grandes batallas contra las sopas instantáneas o los quesos que no son queso, y ahora vuelven para seguir protegiendo a la sociedad en contra de los males de este mundo en forma embotellada.
El aseguramiento de más de 112 botellas fueron de las marcas Peperami, Chaparrita y Barrilito, ya que presentaban anomalías de “””””””””alto riesgo”””””””””” en materia de etiquetado.
Los productos según la dependiente dependencia “infringían lo estipulado en la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, sobre las especificaciones generales de etiquetado para alimentos, bebidas no alcohólicas y preenvasados”, de ahí que hayan procedido a la incautación y parece que en la posada de la Cofepris van a llenar de refrescos a los felices funcionarios.
“Por lo anterior, la Comisión de Operación Sanitaria de Cofepris, realizó una serie de operativos en los que aseguraron 57 mil 432 piezas de la bebida Chaparrita, 18 mil 432 piezas de la bebida Barrilito y 36 mil 980 piezas del aperitivo Peperami en sus cinco presentaciones”, rezaba el comunicado que salvaba el mundo.
Según la quisquillosa dependencia, el listado de ingredientes, sellos de advertencia y declaración nutrimental deben están al frente del producto, y como estaban poquito de lado, no les gustó y procedieron a la incautación de los refrescos que toman los menores iniciados en los placeres que otorgan las bebidas gaseosas.
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FUE UN PLACER CONOCERTE PERO CIERTO
¿POR QUÉ HABRÁ SIDO? PERO CIERTO
INSUFRIBLEMENTE REAL
SERVICIALMENTE REAL