Nacional

Mujer que traduce las mañaneras al lenguaje de señas, nominada a la medalla Belisario Domínguez

Una mujer con mucho temple

Cueva de la Muda.- La mujer que traduce todos los días las conferencias del presidente al lenguaje de señas, ha sido nominada a la medalla Belisario Domínguez por su invaluable labor.

La nominación se realizó en conjunto por todos los legisladores, quienes reconocerán la labor de la incansable mujer que lidia todos los días con la doble faena de tolerar las “mañaneras” y de traducir al lenguaje de señas todo lo que dice el mandatario, incluyendo los balbuceos.

El señor no fue contemplado por ser menos paciente

Hace un gran trabajo de lenguaje de señas, por eso la nominación

La heroína está en la terna para recibir este año la medalla, pero prácticamente está “planchado” que será ella la que recibirá el más alto reconocimiento que otorga el Estado Mexicano.

“Nomás de verla todos los días me da ánimos para seguir trabajando”, opinó una ciudadana.

A pesar de su loable trabajo, algunas escuelas para personas con discapacidad auditiva han confirmado que los doblajes que hace la mujer no son tan graciosos como en el audio original, y hasta criticaron que no enfatice correctamente los doblajes para que todos puedan disfrutar del tenorio cómico matutino.

La ceremonia tendrá lugar a finales del año en curso, y la mujer en caso de ganar dará su discurso en el mismo lenguaje que maneja a la perfección, agradeciendo al presidente por hablar pausado para que ella pueda traducir a tiempo todo lo que dice.

Y por si te la perdiste: la Influencer YosStop se quejó porque YouTube ya no la deja ganar dinero y casi hasta nos hace llorar.

Importante: Recuerda que El Deforma es un sitio de entretenimiento, humor y sátira. El contenido en nuestras notas NO debe de ser tomado como una fuente real de información aún cuando algunos elementos de la nota sean parte de la realidad. La única sección en donde el contenido de las notas es 100% real es en “Increíble pero Cierto”

Adolfo Santino

Published by
Adolfo Santino