Quirófano de las Lenguas Mordidas.- En la conferencia de hoy, el presidente no se peleó con la ONU, la FIFA o el gremio agavero, sino que propuso que las respuestas y participaciones de los reporteros y funcionarios no pasaran de tres minutos.
Esto fue dicho luego de que pasara varios minutos observando una gráfica sobre el progreso de la cotización del peso con relación al dólar, y en algún momento propuso que las respuestas no pasaran de tres minutos ante la incapacidad de dilucidar qué era lo que los numeritos indicaban.
La posición fue planteada justo después de que Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad Pública fuera cuestionada en varias ocasiones por una reportera, lo que tal vez molestó al presidente pues le quitaron valiosos minutos que iba a aprovechar para comentar una anécdota de Santa Ana que le contaron ayer antes de dormir.
“No quiero tardar, quiero respetar los tiempos…a todos les están pidiendo que fueran tres minutos”, asegura el mandatario volteando de reojo a su Rosa Icela.
El mágico momento sucede a la hora 43 minutos de la conferencia de hoy:
“Hice una esfuerzo, un trabajo de síntesis para plantear lo básico….cuando me corresponda” (eso incluye derechos de réplica que están por encima de cualquier ley, según él mismo dijo el otro día).
Esto quiere decir que a partir de mañana las remembranzas del pasado, los ataques a los conservadores (se ha de referir a Miguel Miramón o al emperador Maximiliano) o las citas bíblicas tendrán que ser lo más dinámicas posibles para no pasarse de los tres minutos que tiene para cada respuesta.
Con esto, los reporteros que ven sus preguntas desde el celular tendrán que aprender a leer de corrido.
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FUE UN PLACER CONOCERTE PERO CIERTO
¿POR QUÉ HABRÁ SIDO? PERO CIERTO
INSUFRIBLEMENTE REAL
SERVICIALMENTE REAL