Gran Muralla Chaira.- Para evitar caer en la tentación de los vendedores de garnachas, AMLO ordenó que el Palacio de Gobierno siga cercado hasta nuevo aviso.
Aprovechando que la mayoría de las vallas seguían por ahí, los vendedores de duros con cueritos, guajolotas y bolis se mantendrán alejados del edificio gubernamental para que el presidente no caiga en tentaciones ambulantes.
“¿No ha pasado el de los churros?”, le preguntó extrañado el mandatario a su secretario particular.
Confían que con el paso de los días sin vendedores de este tipo, a López Obrador se le olviden las garnachas y no vuelva a caer en provocaciones de ingerir este tipo de comida poco saludable, confirmando el uso de las vallas que muchos criticaron.
Muchos funcionarios que laboran en el Palacio han pedido permiso para ir al baño y han traspasado el cerco para encontrar a algún vendedor más allá de los confines de las vallas.
Se confirma que las vallas ya fueron repintadas de color gris oxford y que lucen imponentes alrededor del Zócalo en donde los vendedores no han podido acercarse.
No se sabe cuánto tiempo durará la medida impulsada por el programa “Chécate, mídete, muévete”.
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"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama