México.- Nuestro país puede ser famoso por sus zonas turísticas, cultura o comida, pero en realidad debería serlo por su desidia. Los mexicanos muchas veces creemos que algo va a cambiar y confiamos, por ejemplo, que este será el año bueno del Cruz Azul, pero no, el cambio debe venir primero desde uno mismo…
Y aunque esto parece difícil, la realidad es que si el objetivo es cambiarlo todo, se debe comenzar con pequeñas transformaciones, y así de verdad obtener los resultados de nuestros esfuerzos.
Con esto en mente, nos encontramos con un artista mexicano que ha querido representar en su obra que existen personas que sí están comprometidos con sus metas y lo están logrando. Por ello hasta él armó una instalación para mostrar que un futuro libre de humo es posible.
Alfredo Blásquez es un reconocido artista visual y fotógrafo mexicano que ha trabajado en distintos proyectos relacionados con sustentabilidad. Desde 2013 se ha vinculado a trabajar con desperdicios, reciclaje y otras iniciativas que ha plasmado en libros, exposiciones e instalaciones. En 2018 publicó un libro llamado “Playa Cero”, en el que mostraba diferentes desperdicios recogidos en playas mexicanas y su proceso de transformación hacia piezas textiles y mobiliario.
Pero para 2021, Blásquez ha montado una instalación para la cual reunió 11, 976 encendedores para representar a las personas que han hecho la transición y compromiso por un futuro libre de humo al empezar a usar IQOS en lugar de los cigarrillos convencionales.
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Así fue como logramos obtener unos minutos de su tiempo y pudimos enterarnos mejor sobre la intensión de la obra y hasta nos enteramos que el robo de encendedores podría acabar muy pronto.
Los encendedores provinieron de diferentes lugares, algunos vinieron de un basurero en Escalerilla en Chimalhuacán, lo hicimos a través de una fundación que nos ayudó a acercarnos a las familias de pepenadores y los padres de familia nos ayudaron a conseguir un gran número de encendedores es que estaban en este lugar. Incluso uno de los padres de familia nos ayudaron a hallar un lote de encendedores que estaban en una bodega que se inundó y todos estos encendedores, a pesar de estar nuevos, ya no servían e iban a ser desechados.
Ellos nos ayudaron a desarmarlos, sacarles el gas, reciclar las partes de aluminio. Otra parte vino de las costa de Yucatán y Campeche a través de limpiezas de playa que se hicieron ahí. Por último, se pusieron depositarios en los tiendas de IQOS para aquellas personas que estaban haciendo el cambio al uso del producto pudieran depositar a sus encendedores y así colaborar con la pieza.
Para esta obra necesitamos 11,976 encendedores, juntamos un poco más.
La idea era representar las diferentes personas o fumadores que han optado por cambiar hacia el uso de IQOS, pero a pesar de que son más los que han hecho este cambio, la idea era representar a todas estas personas que han hecho esa transición.
O sea que gracias a la instalación de Alfredo, no sólo las playas de México están poquito más limpias de como las dejaste la última vez que fuiste, sino que con esta obra, ahora también encendedores han sido reciclados para simbolizar el cambio de la gente que ya ha cambiado el hábito de fumar y decidió decirle adiós al humo, el olor y la ceniza.
Si un futuro sin humo es posible, también los días están contados para los ladrones de encendedores, pues pronto nadie usará ese objeto en las fiestas. Aunque por lo pronto, ya se han reportado casos de ceniceros que han tenido que buscar otras chambas.
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