Las artes oscuras.- La rapera Azealia Banks siempre ha sido una figura controversial al grado que su cuenta de Twitter ha sido suspendida en varias ocasiones. Ahora no se le acusa de homofóbica o racista, sino de bruja. En una serie de videos subidos a sus stories de Instagram, Azealia Banks perturbó a sus fans por lo que hacía con su gato.
Primero se aprecia cómo la rapera saca una bolsa enterrada con algo adentro mientras dice: “El gato está en la bolsa”. Como explicó en el caption, se trataba de los restos de su gato Lucifer fallecido el año pasado. En otro video se ve que Azealia se encuentra hirviendo ALGO entre lo que se alcanza a ver el cráneo de un michi.
Nota importante: Te recomendamos discreción, el siguiente video puede herir ciertas susceptibilidades:
Muchos usuarios se espantaron creyendo que se lo iba a comer y que lo había desenterrado para hacer sopa de minino, uma delicia. Pero no, en realidad se trataba de brujería. Ahhh, bueno. En una story de Instagram que también subió ayer, se puede ver un altar con el respectivo cráneo felino ya bien limpiecito después de ser lavado.
Junto al cráneo también se aprecia una botella de Chanel No.5, una botella de champaña Veuve Clicquot (valuada en mil 300 pesos en Superama), un billete de 100 dólares y un crucifijo. Todo en una cazuela rosa.
Sin embargo lejos de comerse a su michi luego la rapera aclaró que todo se trataba de un esfuerzo por preservar la memoria de su mascota y que el proceso por el que el internet se espantó es común en la taxidermia para que el cráneo pudiera ser conservado correctamente y luego, dijo, enviarlo a una joyería para bañarlo en oro.
El asunto despertó las críticas de algunos usuarios, que recordaron que en 2016 Azealia Banks subió un video limpiando un clóset con plumas y sangre de gallinas, lo que se interpretó que eran sacrificios. Hasta la cantante Sia se involucró en el drama y escribió un tuit regañando a Banks, quien respondió a las acusaciones escudándose en su fe.
En una serie de stories, Banks pidió respeto para lo que llamó su “religión tradicional africana”. También dijo que jamás se comería un gato muerto, pues difícilmente puede comerse una vaca muerta. Además remató diciendo que todo el asunto es taxidermia, no muy diferente a lo que hacen los que cuelgan cabezas de venados en sus paredes y que las críticas a su brujería son racistas y no muy “black lives matter” de su parte.
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