Cueva libre de contagios.- Un sujeto que lleva desde marzo sin salir de casa, se dijo ansioso de que llegue la Navidad para poder descansar unos días.
Salvo la tienda, las tortillas y asomarse a los supermercados para saber qué tan llenos están y luego quejarse en las redes de lo que vio, el cansado individuo no ha salido para nada de su casa desde donde ha estado trabajando, labores que intercala con siestas a media mañana, razón por la que aún no se ha contagiado de nada, excepto de una epidermis por usar el mismo short por 3 meses seguidos.
Ante ese ajetreo, ya desea que llegue el 25 para poder descansar sin tener la preocupación de encender la computadora y conectarse para que su jefe vea que está en línea.
De hecho, desde el 24 en la mañana ya no quiere saber nada del trabajo pues se conectará por Zoom pero para convivir con su familia a quien en todo el año ni les mandó un mensaje.
“Hubo días en donde tenía que interrumpir el desayuno para asomarme a ver si no me están hablando”, explicó el sufrimiento que ha sido.
Para Navidad, espera alejarse de todo aparato tecnológico, a excepción del celular, el Nintendo Switch y la tele, pues realmente quiere descansar sus ojos de tanto estar frente a la computadora.
Hablando de cuarentena y encerrones, este hombre viajo 4 horas en moto acuática para visitar a su novia que vive en una isla.
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INDESTRUCTIBLEMENTE REAL
DEGRADADAMENTE CIERTO
SEPARADAMENTE REAL
Nada como pasarla el 24 en bata evitando el estrés familiar
El pasar dos horas buscando estacionamiento es el primero paso para la canonización
La respuesta diplomática ya surtió efectos