9 veces en que Dios le dio sus peores batallas a sus guerreros más whitexicans

Los whitexicans también sufren

El Pantone – Como país estamos condenados a discutir sobre si la palabra whitexican es racista o no cada varios meses. Uno pensaría que no es racismo por tooodas las connotaciones positivas que tiene la blanquitud en México. Pero cada que alguien dice “whitexicans” no falta quien se tire al piso a rodar gritando falta.

Y es cierto, los whitexicans también sufren. De hecho, a menudo parece que es lo único que hacen. A pesar de que los especialistas han señalado cientos de veces la desigualdad que se vive en nuestro país (y el mundo, para el caso) debido al color de la piel, la gente sigue creyendo en el racismo inverso.

Pero, como dicen por ahí, si alguien está acostumbrado al privilegio, la igualdad se siente como opresión aunque no lo sea. Eso no cambia el hecho de que cada quién sufre en la medida de sus posibilidades y los whitexicans no son la excepción, como queda asentado en estos ejemplos.

1. Los blancos con apellidos extranjero también lloran

Uno pensaría que tener esas plataformas para publicar lo que escribe a su nombre es un privilegio suficiente, pero no, también hay que luchar por hacerlo con impunidad.

2. La tele, donde casi todos son blancos, al parecer también los discrimina

Aparentemente el reino de la televisión y el teatro, donde estamos acostumbrados a ver gente blanca

en un país de gente predominantemente morena, se está pasando de lanza vs. los whitexicans.

3. Oh, no, retrataron a mi nivel socioeconómico

¡Oh, no! ¡Hicieron una caricatura donde se burlan del nivel socioeconómico al que pertenezco! Citando a Cheems: No puede ser.

4 y 5. Bonus de Sergio Zurita y el creador de las chamarras famosas

Recientemente estos dos famosos whitexicans hablaron de su verdad desde su ronco pecho y pues el Internet murió de risa.

6. La vida de los whitexicans está llena de obstáculos

Pierden chanclas, se les cae el iPhone y sobre todo tienen que aguantar a un montón de resentidos como tú y como yop.

7. No son inmunes al miedo

Como Bárbara de Regil demostró, los whitexicans también sufren. Sobre todo cuando contemplan la posibilidad de dejar de serlo.

8. Les molesta no tener la última palabra

Son graciosísimos. Hacen cosas como dedicarle películas enteras a villanizar a los pobres morenos, pero luego no les gusta que esa gente les diga whitexicans.