México.- La mañana de este miércoles envié dos mensajes a mi amigo Hugo para que me contestara en el trayecto del día, sin ningún tipo de presión de por medio, a sabiendas de que se encontraba en su casa y que probablemente tenía el celular a la mano. Sin embargo, su respuesta fue nula, por lo que envié otro mensaje para saber si estaba ocupado, y de igual manera no me contestó.
No fue hasta una semana después que casualmente me respondió como si no hubieran pasados los días, o como si de verdad estuviera tan ocupado como para no contestar mis mensajes, observando con el paso de las semanas sus múltiples publicaciones en sus redes sociales, utilizando el mismo tiempo que se usa para mandar un “jaja sí”.
Con el paso de los años, aprendí a aceptar a Hugo, ya que sus memes me divertían, hasta que un día me tocó trabajar con él y pude observar que no es que estuviera ocupado, es que simplemente no contesta. Punto.
“¿Por qué me odias, Hugo?”, le pregunté, pero él se empezó a reír respondiendo que para nada, solo que a veces se le va la onda, quiere responder los mensajespero se distrae con lo primero que se encuentra y después entiende que es muy tarde, así que deja el tiempo pasar hasta que se vuelve a acordar y contesta.
“Así soy con todos”, me dijo, aunque yo vi cómo de inmediato le respondió a alguien desde su celular, y hasta le puso más de tres “jas” en sus mensajes.
“Es difícil mantener una amistad con alguien tan disperso, Hugo”, le dije, y entonces me dejó en visto durante 10 meses, hasta que el día de ayer me dijo “Hola”, y yo le dije, “Hola”, y comenzamos otra conversación, que hoy se quedó en ¿o tú qué opinas? de mi parte, que obviamente no ha respondido los mensajes.
Así será esto entonces, uno debe aceptar que nada de esto es personal, solo es parte de la interacción con otros seres vivos y los mensajes que les enviamos.
Hasta aquí mi reporte.
"AUSTERAMENTE" CIERTO
ENCIMADAMENTE REAL
"¿QUIÉN PIDIÓ MARIACHIS?" PERO CIERTO
DESCALABRADAMENTE REAL
"Creo que fuimos un poco duro contigo", le dijeron los mexicanos a Adal
ACAPARADAMENTE REAL