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Millennial que se sienta en la mesa de los niños descubre que es la mesa de los inútiles

En qué momento pasó, cómo fue…

México.- Un jovencillo para los adultos pero demasiado ruco para los niños llegó a una fiesta familiar donde le asignaron una silla junto a su primo Fabián de 5 años. De pronto, este millennial que durante 40 minutos estuvo pegado al celular viendo nada, vio a su alrededor y se dio cuenta que estaba en la mesa de los niños sin sus otros primos, que hace 20 años también se sentaban con él.

Intentó preguntar a los niños si sabían de su familiar, a lo que los niños respondieron “no me hable, señor”, por lo que este millennial simplemente bebió agua hasta disculparse para ir al baño. En la puerta del tocador se encontró a su primo Javier, quien le preguntó dónde había estado en toda la fiesta, pues había preguntado por él y las personas simplemente le decían “por ahí debe de andar”.

Al dar una explicación, este millennial se dio cuenta de algo muy terrible: lo pusieron con los niños porque iba de gorrón inútil.

Millennial que no aporta nada seguirá siendo tratado como niñote

Su primo le contó que todos habían puesto dinero o comida para celebrar a la abuela, quizá ofrecerse para hacer un encargo dentro de la fiesta y que todos los primos millennial ya habían cumplido su parte. Todos excepto uno.

Entre tías se pusieron de acuerdo para poner a los niños y a los inútiles en una sola mesa, donde serían atendidos con desgana pues porque siguen siendo familia. Este joven millennial de 35 años decidió que era momento de crecer y lavó su plato de unicel minutos después. Lamentablemente el plato fue tirado a la basura en una bolsa negra de plástico.

Al llegar a casa, el millennial gorrón se preguntó qué había hecho mal para que su familia lo tratara como a un niño, y fue entonces que recordó todas aquellas veces que no había contestado el chat de la familia para la organización de cualquier evento, y siempre se le había justificado como “es que es el hijo de Rosy”, como si eso lo exonerará a ser un inútil.

Después de la reflexión, este muchacho millennial simplemente se durmió pensando: jajaja ni p*do dijo Alfredo, esperando que la próxima reunión se le siga invitando y se siga esperando nada de él.

Hasta aquí mi reporte

 

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