El Zoom – Un beso en la bubi le costó el cargo a un diputado argentino, que fue captado en plena sesión de la Cámara dándole esa muestra de afecto a su novia.
El diputado Juan Ameri no resistió la tentación de darle un tierno besillo (qué rápidamente escaló de tono) a su novia, quien por algún motivo estaba sentada en sus piernas en plena sesión.
Miren, quien nunca le haya besado una bubi a su novia en pleno teletrabajo o clase online que arroje la primera piedra.
El caso es que los otros diputados envidiosos empezaron a inventar que estaba haciendo más cosas, algo que a nadie le consta, y rápidamente pidieron su destitución.
Se armó un escándalo promovido por las buenas conciencias, los políticos de oposición y seguramente también por los envidiosos. Aunque al inicio se negaba a renunciar y se disculpó entre lágrimas, más temprano que tarde terminó por dimitir.
Según contó él mismo, su novia había llegado a presumirle sus nuevos implantes, por lo que él se dispuso a darles la bienvenida pensando que el Internet se había ido o una cosa así. Pero no, fue transmitido en vivo a toda la nación Argentina y posteriormente al mundo.
El asunto escaló a tal grado que sus compañeros diputados iniciaron una comisión para investigarlo y, seguramente, destituirlo. Pero él tuvo la decencia de renunciar antes de que llegaran con los picos y las antorchas a la puerta de su casa.
Aunque seguramente esas no son formas, en defensa del diputado diremos que estaban discutiendo una cosa aburridísima y frente a ese escenario un beso siempre es una buena alternativa. Además, seguramente estará más feliz ahora dedicándose de lleno al amor en lugar de a la política.
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