Increíble pero cierto

¿Se le subió la fama? Captan a Yuya haciéndole el feo a fan y ya la quieren cancelar

Yuya jugando con nuestros corazones una vez más

La Fama – La youtuber y empresaria Yuya se vió envuelta en una nueva polémica, esta vez por un video en donde aparece haciéndole caras a un fanático. En un video que circula por Internet se puede ver cómo se incomoda con la cámara y le lanza una mirada de desagrado.

El video fue publicado por el usuario @enriquebugarinp en su cuenta de TikTok, en donde expresó “Yuya no es como todos piensan”. En una publicación anterior, ya borrada de la red social, el usuario le habría comentado “No pareces celebridad”.

Aunque el usuario mostró su indignación, otros usuarios manifestaron su apoyo a la influencer y justificaron su comportamiento. Recordemos que hace no tanto fue víctima de amenazas por parte de un cantante, así que no resulta extraño su comportamiento frente al acoso.

@enriquebugarinp
Responder a @annielatvala ##voiceeffects♬ sonido original – enriquebugarinp

La no tan delgada línea entre el fanatismo y el acoso

Muchos fanáticos de Mariand Castrejón y personas con sentido común en general saltaron a señalar que el comportamiento de quienes la grabaron es considerado acoso. Es básicamente grabar a alguien sin su conocimiento o consentimiento y por lo tanto está mal.

Por más que sea famosa y su rostro aparezca en todas partes, la gente sigue teniendo derecho a su privacidad. Lo extraño más bien es enojarte porque alguien te hace una cara cuando la grabas en el aeropuerto como si fuera un animal en un safari.

La gente se sorprende cuando Yuya no se comporta como Yuya

Otra crítica que surgió frente al video fue que “no se porta como en los videos de su canal”. ¿En qué clase de mundo vive la gente que cree eso? Es como cuando Chabelo se enojó con el reportero y habló con su voz real.

Por supuesto que no andan en personaje 24/7 y aunque sean famosos que se han hecho ricos gracias a sus fans, al final del día todos tenemos derecho a pasearnos de incógnito por el aeropuerto como si estuviéramos en una película de espías glamurosos.

Redacción