Gran Hermano nivel: Ya puedes denunciar a tu vecino por hacer fiesta en cuarentena

Tu fantasía de destruir a los vecinos ya es posible esta cuarentena

1984 – Al más puro estilo de Corea del Norte, 1984 o la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, ya es posible denunciar a tus vecinos a la policía para que vayan a partirles su madre (metafóricamente) por romper la cuarentena. Al menos en la Ciudad de México.

Desde el 30 de marzo que se decretó la emergencia sanitaria fue que se volvió oficial el cierre masivo de negocios y la clausura de actividades no esenciales. ¿Y saben qué no es una actividad esencial? Las fiestas.

Por eso es que desde ese día las autoridades de la Ciudad de México te permiten mandarles la patrulla a tus vecinos para que lleguen a aventar gas lacrimógeno y madrearse a todos como tanto les gusta… Bueno no, no es cierto, de hecho solo disolverán la fiesta.

Ni una multita les van a poner. Lo único es que van a estar ahí haciendo sus caras de policías enojados hasta que apagues el estéreo y quites a tu Bad Bunny ese.

Lo único que tienes que hacer para invocar a esta maldición llamada “autoridad” sobre el prójimo es marcar al 911

y eso traerá a una patrulla desde el mismísimo infierno en donde se originan.

Así que tú sin miedo. Señala, amiguito, señala con tu dedo acusador y ve cómo se desata el caos sobre tus enemigos con el pretexto de la salud pública.

Siempre hay alguien más fiera que tú

Pero si esto te parecía una medida exagerada, espéeeerate a saber lo que está haciendo el Bronco en Nuevo León.

Allá la policía patrulla las calles para clausurar negocios no esenciales que siguen abiertos y también mandan a la gente a sus casas amablemente. A diferencia de otras ciudades en donde nadie les dice nada.

Pero en Nuevo León ya analizan implementar un toque de queda porque si algo le gusta al Bronco es recurrir a la violencia a la menor provocación. ¿Escuelas militares? El Bronco jala. ¿Mochar manos? El Bronco es tu candidato. ¿Toque de queda? Uff, traigan al Bronco. Ese es su hobby favorito después de construir casas enormes en el monte y consentir con cargos públicos a su suegra.