Tierra de las Memelas.- Vendedores de quesadillas deslactosadas y memelas se dijeron preocupados por la pandemia que tienen a los bares cerrados, por lo que a partir de ahora empezarán a lavarse las manos para contribuir con la salud de todos sus clientes.
‘Se ve que sí esta grave. Ya me voy a lavar las manos cuando atiendas mis clientes’, prometió un vendedor de tamales metidos en bolillos.
Las medidas sanitarias que empezarán a tomar estas personas conscientes serán obligatorias también para sus empleados sin importar que sean sobrinos de ellos y no les guste, todo para evitar la propagación de la alergia a los vampiros en sopa.
Los puestos ambulantes que escapan milagrosamente a los decretos gubernamentales de cerrar negocios, tomarán todas las medidas que sean necesarias con tal de contribuir a la salud, incluyendo poner jabón granulado al lado del garrafón
con agua de la llave para que los clientes se puedan lavar a fondo las manos antes de meterse quesadillas sin lactosa asadas en aceite requemado.‘Yo ya me lavó las manos aunque se vean limpias’, aseguró una vendedora afuera de la Basílica.
Con estas medidas, la población tendrá más confianza de pedirle a los taqueros que les den doble tortilla al verles las manos tan limpias, creando así un mundo más sano y salubre, alejado de las prácticas de compartir cepillo de dientes o ir a los partidos de los Pumas.
INDESTRUCTIBLEMENTE REAL
DEGRADADAMENTE CIERTO
SEPARADAMENTE REAL
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La respuesta diplomática ya surtió efectos