Valle de la Fe en la Humanidad.- Mientras muchos de nosotros intentamos realizar nuestra acción del día sediento el asiento en el metro o pidiendo nuestra bebida azucarada sin popote (pero, eso sí, en vaso desechable), otros emblemáticos héroes salvan vidas, aunque apenas estén en la tierna edad de cuatro añitos.
Ese es el caso de Luca, un pequeñito kindergardiano (o sea, apenas va al kinder) de apenas cuatro años que vive en León, España. Luca ya se ha ganado el respeto de todo el mundo por salvarle la vida a su mamá, quien, por complicaciones de diabetes, perdió el conocimiento y cayó desmayada, cuando sólo se encontraba con su hijo Luca y su otra hija aún bebé.
Mónica Toribio, la madre de Luca, tuvo una falla en la bomba de insulina, lo que le hizo perder el conocimiento. En ese instante, el pequeño Luca se puso las pilas y tomó el celular de su jefecita, lo desbloqueó y se comunicó al 112 (el número de emergencias de allá) y solicitó ayuda.
Hasta ahí, el niño ya merecía una medalla al valor, pero su hazaña fue más allá de eso: también les paso la ubicación a los paramédicos y se comunicó dos veces más para decirles que se dieran prisa y saber cuánto tiempo más tardarían en llegar.
Los paramédicos finalmente arribaron al domicilio de este morrito superhéroe y atendieron de inmediato a su madre. No fue necesario trasladarla al hospital y la mujer recuperó la consciencia luego de ser atendida en su misma casa.
Mónica dijo que este acto heroico nunca hubiera sido posible sin la instrucción profesora de su hijo, la cual días antes enseñó a sus alumnos cómo actuar en caso de una emergencia.
Gracias a este aprendizaje, el pequeño Luca se volvió un Superluca y ahora pasará a la historia en el Cuadro de Honor de los niños trascendentales, a un lado del Niñito Jesús y del Niño Concha.
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