México.- Rafael Sánchez, joven de 25 años de edad y eterno tesista de la Facultad de Artes y Diseño sufrió un ataque de envejecimiento espontáneo luego de que un niño cometiera el lamentable error de decirle “señor”.
Cuando Rafael se dirigía hacia su hogar después de una larga jornada de prcrastinación en la biblioteca de su Facultad, un pequeñín que también salía de la primaria se le acercó para pedirle la hora: “disculpe, señor, ¿me puede decir qué hora es”, expresó el infante sin saber las terribles consecuencias de decirle “señor” y hablarle de “usted” a un joven de 25 años.
Inmediatamente después de que Rafael escuchara que le dijeran “señor”, sus hormonas del envejecimiento se activaron y comenzó a acelerarse su proceso de betabelización: le brotaron arrugas en todo el cuerpo, su cabello emblanqueció y perdió gran parte de éste, su voz se le hizo rasposa, se le cayeron los dientes, le dio por contar historias larguísimas, sintió incontinencia urinaria y le salieron cataratas en ambos ojos. Lo único que no cambió fue su ropa, pues Rafael es hípster y siempre ha vestido como abuelito.
Algunos médicos realizaron una prueba de Carbono 14 al ex joven Rafael Sánchez. Aparentemente, Rafael ahora tiene, por lo menos, 200 años de edad. Se dice que pasará el resto de su vida en un asilo especializado en millennials que se volvieron adultos mayores en cuestión de minutos luego de que les dijeran por primera vez “señor” o “señora”.
Mientras tanto, el niño que le preguntó la hora a Rafael se dijo estar satisfecho por hacerle tanto daño a un inocente joven y aseguró que continuará “señoreando” a los millennials que se encuentre por la calle.
DESCARADAMENTE REAL
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AUTÓMATAMENTE CIERTO
LAVADAMENTE REAL
Son las mismas que durante el año ponían la música a todo volumen
BILINGÜEMENTE REAL