México.- Un joven de 24 años llamado Brian Martin decidió emigrar de manera definitiva a México. Él procedía de Nueva York y nunca había visitado tierras aztecas; sin embargo, con unos cuantos dolarukos que le dio su papá decidió conocer México, “porque en México lindo y querido todo es más barato”, comentó en un perfecto español chilango con inflexiones oaxaqueñas y cierto léxico norteño.
Cuando este joven gringo durmió la primera noche en México, dejó de soñar con hot-dogs y dólares, y comenzó a soñar con tacos y billetes de Benito Juárez. Luego, al despertar, sintió un incontrolable deseo de comerse una torta de tamal con una torta de atole de chocolate sabor bolillo. De pronto, se percató de que su inglés era pésimo (“pollito chiquen”) y, en cambio, su español había mejorado considerablemente.
La razón de su metamorfosis fue porque durmió calentado por las tradicionales cobijas de tigre que ya son patrimonio y esencia de nuestro país. El joven Brian no se esperaba esta súbita transformación, no imaginaba que dichos cobertores tienen la capacidad de mexicanizar a todos los individuos que tapan.
Luego de dormir con la cobija de tigre, Brian Martin cambió su nombre por el de Brayan Martínez. Asimismo, se notó entusiasmado por rentar un cuartucho en Neza York y quedó más enamorado de este pintoresco lugar que de su natal Nueva York, “está bien berghas la escultura del coyote, nada que ver con la estatua de la Libertad”, confesó.
Inmediatamente, sus ojos azules se volvieron cafecitos negruzcos, su cabello güero natural se volvió güero oxigenado, le creció un bigote estilo Cantinflas y le dio por cantar las rolas de José Alfredo Jiménez y Juan Gabriel, como Diosito manda.
Brayan Martínez asegura que nunca jamás de los jamases volverá a Estados Unidos, y que luchará por que Texas regrese a México. Por último, se dirigió a la Basílica de Guadalupe para pedir perdón por todos los tacos gringos que había comido antes de conocer los deliciosos tacos de suadero y al pastor.
RECOMPENSADAMENTE REAL
MAM*LAMENTE CIERTO
ARMADAMENTE REAL
"Ya extraña eso de ser gobernador, manito", externó el Cuau
HASTA LE SALIÓ EL "GALLO" PERO CIERTO