México.- Sabes que el amor existe cuando te dicen que quieren remojar el pan de muerto contigo, o cuando alguien te da la mitad de su pan de muerto. Quizá con otro alimento de repostería no sea lo mismo, aún cuando sean panes más vistosos.
Científicos garnacheros han comprobado que comer un pan de muerto es una experiencia igual de sublime que encontrarse con el verdadero amor. Quizá pienses que esta comparación suena descabellada, pero permítenos mostrarte con 11 pruebas cómo el verdadero amor se parece al pan de muerto. Veamos:
1. Ambos pueden ser encuentros fortuitos.
2. Los dos te hacen engordar.
3. Quisieras que nunca se acabara.
4. Te encanta remojarlo en lechita.
5. Aunque ambos aparecen de golpe, tú tienes el presentimiento desde meses antes de que estás próximo a disfrutar de ello.
6. Con el pan de muerto, las conchas, las donas, los cuernitos y demás no tienen ningún sentido, pues el pan de muerto supera todos los panes. En cuanto al verdadero amor, esas conchas, donas y cuernitos son tus ex parejas.
7. El pan de muerto aparece en una época fría del año. El amor verdadero suele aparecer en una época fría de tu vida, cuando ya no esperabas nada.
8. Cuando alguien te ve en compañía de un delicioso pan de muerto o de tu verdadero amor, inmediatamente provocas envidia y quisieran estar en tu lugar.
9. Sientes que no hay mejor olor en el mundo que el del pan de muerto o el de tu verdadero amor.
10. Si, por desgracia, pierdes a tu verdadero amor, él volverá a ti tarde o temprano (o nunca, mendigo apegado). El pan de muerto lo puedes extrañar, pero volverá a ti en el próximo año.
11. Los dos te dejan el mejor sabor de boca.
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