Tras nombramiento de Eruviel Ávila como líder del PRI en la CDMX, miles de chilangos emigrarán a Tlaxcala y Colima

Temen que la Ciudad se vuelva una expansión de Mordor

 

Frontera Edomex-CDMX.- El ex gobernador de la hermana República del Estado de México (ese lugar de sombras al que se te recomienda nunca ir) ha sido nombrado nuevo líder supremo del PRI en la Ciudad de las Quesadillas sin Queso. Los priistas esperan que Eruviel le ponga chapitas a la CDMX y que les ayude a recuperar las riendas de esta Ciudad en 2018.

Lo cierto es que, con el nuevo nombramiento, a lo largo y ancho de la CDMX se vivió el escalofrío más grande y multitudinario. Muchos temen que la ciudad se edomexiquice y, en algún momento, quieran repartir tarjetas de salario rosa o el transporte público aumente su precio en 225% (a Mancera le gusta esto).

Esto ha provocado que miles (o quizás millones) de chilangos hayan hecho sus maletas para emigrar a Tlaxcala y a Colima, por ser presuntas entidades federativas pequeñas y con la esperanza de fundar una nueva Ciudad. Incluso están pensando en llevarse el metro (con todo y escaleras eléctricas, claro), los edificios emblemáticos, las guajolotas, las quesadillas sin queso y los tacos de canasta.

Mientras tanto, muchos funcionarios del PRI ahora ríen macabramente y celebran el triunfo del mal.

Esperan que en algún momento la CDMX y el Edomex se junten para fundar un futuro grande y glorioso, tal y como sucedió en “El Rey León” cuando Scar consigue que el león y la hiena convivan en un mismo hábitat.

 

 

Esta noticia fue confirmada por un reportero del Deforma, quien estaba en la fila de los tamales y se encontró con otro chilango que ya había empacado todas sus “chivas” para irse ALV. Cuando le preguntó que por qué emigraba, éste respondió:

“Imagina que vives en una unidad habitacional. El vecino del departamento de enfrente es muy canijo: le pega a su mujer o desaparece a miembros de su familia. En la noche, todo es gritos y llantos, y cuando parece que la pesadilla se va a terminar, llega el tío malo a sustituirlo por otros seis años. ¡Y, por si fuera poco, ese vecino malo ahora se muda a tu departamento!

Bueno, pues esa unidad habitacional se llama México, tú vives en el departamento CDMX y tu vecino habita el departamento Edomex. Yo me largo”, concluyó el chilango enchairado mientras pagaba su torta de tamal y tomaba un taxi con destino a la TAPO.