Una de las tradiciones más importantes de nuestro país (después de no hacer nada y quejarse de todo) es amagar a un grupo de perros agresivos con aventarles una piedra. Esta actividad, a pesar de ser primordial para defenderse, también es un acto de crueldad animal de acuerdo con la SETRAVI.
La Secretaría de Traviesos Peluditos ha presentado su informe anual de maltrato animal, en este tipifica el uso de piedras invisibles como maltrato animal; debido a que los peludos animalitos creen que, efectivamente, se trata de una piedra de verdad y liberan grandes cantidades de toxinas y adrenalina que aceleran su ritmo cardiaco, provocándoles ansiedad, mareos y en algunos casos la muerte.
Como medida alternativa, los especialistas proponen cambiar la piedra invisible por un diálogo tranquilo en el que ambas partes muestren sus preocupaciones por la situación y busquen una solución pacífica y civilizada.
Pruebas de laboratorio han demostrado que este tipo de actividades son especialmente efectivas para defenderse de los ataques de cualquier tipo de bestias salvajes, excepto de los humanos, ya que la mayoría carece de una glándula cerebral conocida como tantitamadrecéfalo ubicada en el lóbulo frontal.
El resultado del informe dará un duro golpe a la prominente industria de la extracción de minerales invisibles, que probablemente provoque su desaparición del mercado.
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CAÓTICAMENTE REAL
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