México.- El mundo cambia y, sin darnos cuenta, nosotros cambiamos con él. Lo que antes nos parecía innovador y exótico, hoy nos parece cotidiano y mundano. Por ejemplo, si alguien te hubiera dicho hace 10 o 15 años que puedes llevar toda la música que quieras en tu smartphone, le hubieras dicho que estabas bien con tu mp3 de 500 canciones y tu celular con lamparita. Pero hoy, la historia es distinta.
Uno de los conceptos que cada vez más suena en las calles y oficinas es el famoso “heat not burn” (el cual se puede traducir como “te lo caliento sin quemar, bro”). Consiste en una tecnología que permite calentar el tabaco sin quemarlo, lo cual no solo reduce las emisiones tóxicas de un cigarro común, sino que elimina el olor, el sabor y la ceniza. Esto del “heat not burn” es común oírlo entre personas informadas que han decidido seguir fumando pero buscaron un cambio con una alternativa de tabaco.
Así como el “heat not burn” llegó para quedarse, han habido muchos otros objetos y tecnologías que en un inicio nos hicieron decir “no ma, qué fresa” y ahora ya no dejamos de usar, pues el mundo y la cultura cambian, y nosotros con ellos. Adelante con las imágenes:
La primera vez que tu mejor amiga sacó uno de estos te burlaste de ella; hoy llevas tu estuche con cubiertos de metal a todos lados para no andar produciendo tanto plástico.
Hasta hace poco solo los ecologistas cargaban su bolsa de tela para que no les dieran de plástico; hoy hasta tienes una bolsa de tela llena de bolsas de tela en tu casa.
Nadie entendía por qué había gente que llevaba cubrebocas hasta en el metro… hoy el que no lleva es visto con sospecha.
El dispositivo IQOS maneja la tecnología “heat not burn” y mucha gente que decide seguir fumando pero buscaron una alternativa mejor que el cigarro convencional, ya lo trae en sus bolsillos. Y sus amistades también lo notan, pues se libraron del olor y la ceniza.
Pensabas que eran caros, pero más cara te salía la luz con esos focos que además se quemaban o explotaban.
Estas cosas ya no pasan
Vivir sin que se te enrolle el cable de los audífonos parecía una idea novedosa y por eso te resiste tanto tiempo. No te apaniques, el cambio es bueno.
Eso de hablarle a la bocina parecía sacado de una película de ciencia ficción, pero hoy no solo le pides canciones y recetas a Alexa, sino que además le cuentas cómo te fue en el día.
No es un objeto como tal, pero antes pensabas que eso de la terapia no era para ti y ahora eres un ser empoderado, libre y feliz.
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