Estrés de la cena de Año Nuevo podría superar al del cierre fiscal

Organizar la cena es más difícil que hacer tu declaración anual

Viñedo Fiscal.- Un reciente estudio elaborado por miembros de Ansiosos Anónimos reveló que el estrés generado por la cena de Año Nuevo ya supera al del cierre fiscal.

De acuerdo con el informe, la tensión comienza alrededor del 28 de diciembre, cuando la gente empieza a perder la noción del tiempo, misma que se ve interrumpida al recordar que todavía falta la cena de Año Nuevo, la cual viene acompañada de una cadena interminable de mensajes, audios y discusiones familiares que no se detendrán hasta después del brindis.

El cierre fiscal es “pan comido” a diferencia de la cena familiar

“Es un estrés multifactorial, pues incluye decidir el menú, qué ropa te vas a poner y confirmar cuántos van a la cena para calcular el número exacto de buñuelos”, explicó una experta en tensiones laborales.

El estudio también señala que el momento de mayor crisis ocurre entre las 5 de la tarde y las 9:00 de la noche del 31, cuando la cena no está lista, alguien ya llegó con hambre, otro ya abrió el vino y una persona insiste en poner música “para ambientar”, a pesar de que todos ya le dijeron que no les gustan los “corridos”.

Los mismos estudiosos y ansiosos regenerados afirmaron que, tras el conteo regresivo, el estrés no desaparece, sino que se transforma en agotamiento emocional, platos sucios y la certeza de que nadie quiere volver a escuchar las palabras “pavo” o “intercambio” en al menos 11 meses.

Finalmente, los especialistas recomendaron estrategias para sobrevivir a la cena de Año Nuevo, como llegar tarde, meterse al celular o fingir una llamada urgente que, a diferencia del cierre fiscal, esta sí será creíble y no como tu declaración en “ceros”.

Y por si te lo perdiste: el gobierno gringo autorizó a la Guardia Nacional a usar sombreros de Santa mientras deportan gente.

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