Prados de Georgia.- El senador del PAN, Ricardo Anaya, votó a favor de la reforma a la Guardia Nacional, y pues parece que el subconsciente lo traicionó.
Esto sucedió cuando los legisladores estaban discutiendo en comisiones la reforma a la Guardia Nacional, y cuando el dictamen se pasó a votación de los legisladores.
A pesar de que Anaya había externado su postura de estar totalmente en contra de esta reforma, a la hora de votar el dictamen, éste votó a favor aunque reculó de inmediato como bateador emergente de los Bravos de Atlanta.
“A favor… ¡perdón! en contra, en contra”, se le oye a decir al residente de Georgia cuando la Mesa Directiva le preguntó el sentido de su voto.
Tras casi cuatro horas discutiendo el dictamen, éste se aprobó con 25 votos a favor y 10 en contra, con lo que pasará al Pleno del Senado para ser votado en las próximas horas y con lo que se pretende modificar la estructura y liderazgo de la Guardia Nacional y su relación con las Fuerzas Armadas.
Esta misma reforma previene que el presidente pueda disponer del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea para apoyar en estas labores, siempre y cuando se cumplan los términos que dicta la ley, en algo que antes se hubiera considerado “militarización” pero que ya no es “militarización” porque nos aseguraron que eso no es “militarización”.
Pero sin duda, lo que marcó la discusión fue el entuerto de Anaya, recién llegado de los “Estates” para ser ungido como senador por el PAN y confundirse a la hora de los votos.
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