Boomers de bien: Doñita cobraba multas por estacionarse afuera de su casa

Lo que es tener la realidad bien alterada

Vía Pública Privatizada.- Una doñita andaba cobrando por estacionarse afuera de su casa, y no hay duda que la generación boomer es la más gloriosa de la historia.

Los hechos ocurrieron en una colonia de la ciudad de Guadalajara donde la mujer en cuestión impedía que los automovilistas se estacionaran en la vía pública con el pretexto de que “era parte de su casa”.

Este mal que prácticamente está en todo el país se da por la creencia boomer que la banqueta de afuera de sus casas (que les costaron el equivalente a dos chocorroles) es de ellos, de ahí que históricamente bloqueen o quieran cobrar por estacionarse ahí.

Todo comenzó cuando al grito de “No se puede estacionar aquí” que la mujer le lanzó a un conductor quien creyendo que al no bloquear la cochera podría dejar su coche ahí, sin sospechar que se enfrentaría con una integrante de la generación que a pesar de nunca haberse especializado en nada, alcanzaron jubilación.

La mujer creía que su casa incluía tres cuadras a la redonda

Tras hacerse de palabras con la mujer de bien, ésta le dijo que si quería dejar su coche ahí, tendría que pagar o le haría “algo” al coche, provocando la reacción del ciudadano sabedor de sus derechos:

“Todo lo que quiera cobrar en la vía pública es extorsión”, le precisó antes de hablar a la autoridad para que interviniera.

“Quítese, este es el lugar de mi esposo”, grita la mujer antes de confrontar al uniformado.

“No señora, usted es la que se está apoderando de la vía pública”, precisa el policía con visibles ganas de llevársela detenida para que todos los que hacen esto se enteren.

Luego de que ésta se pusiera violenta justo por no darle oportunidad de seguir violentando la vía pública que se avienta un discurso para los anales de la historia.

“Ustedes cuando hay partido se adueñan de la fachada de las casas. En mi casa yo puedo aparcar a mi esposo ¿Y el coche de mi marido, dónde lo voy a dejar?? Yo tengo cuarenta años aquí y nunca había venido como ahora que entró Alfaro, a robar…”, sentencia la mujer refiriéndose al gobernador de Jalisco quien a lo mejor también se quiso estacionar ahí.