Cava Nasal.- Una botella de vino de esas que venden en las tiendas de conveniencia terminó ganando un concurso internacional.
Lo que todo empezó como una broma, terminó saliéndose de control cuando los catadores eligieron al vino de 2.5 euros ($47 pesos) como el ganador de la “medalla de oro” del concurso “Gilbert y Gaillard”.
La ocurrencia estuvo a cargo del somellier profesional Erick Boschman, quien eligió la botella arriba mencionado con un vino catalogado como piquette (de baratija, según la traducción más cercana) y lo puso en una botella para dar la apariencia de fino bajo el nombre de “Le Château Colombier” para que pudiera ingresar al concurso.
“No fue una broma, se trató más bien de un experimento”, explicó Boschman para la Radio Télévision Belge de la Communauté Française.
Para sorpresa de todos, el vino fue elegidos por los expertos como el mejor de los presentados obteniendo el galardón, y confirmando que la cata de vinos es una rama del Zodiaco y la frenología.
“Color rojo granate brillante. Nariz tímida que combina fruta de hueso, grosella y roble discreto. Suave, nervioso y rico en boca, con aromas limpios y juveniles que prometen una gran complejidad. Se desarrolla en finas especias y un toque de hollín. Muy interesante”, así calificó un jurado la botella, y eso que no ha probado el Tonayán.
“No hay por qué pagar mucho dinero. En la franja de 10 a 50 euros encontramos vinos maravillosos. Pagar más 200… ya tiene que ser algo excepcional, un Vega Sicilia por ejemplo. No digamos ya cuando las cifras alcanzan los tres ceros, es ridículo. La especulación que hay alrededor del vino es un problema”, agregó el somellier quien probó plenamente su punto.
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