Increíble pero cierto

Policía le cambió el precio a unas tarjetas de Pokemón para que le salieran más bara pero lo cacharon

A ver, ¿qué trae debajo de la gorra?

Delegación de la ñoñería.- Un policía intentó cambiar los precios de unas tarjetas Pokemón para que le salieron a menor precio y pues lo agarraron feo en la movida.

Resulta que el agente William C. Knight que trabaja para la Oficina del Sheriff del Condado de Johnson, en Kansas, es aficionado a Pokemón y a los juegos de cartas, y pues aprovechando su cargo como policía, se metió a una tienda para “comprar” tarjetas de este tipo pero les cambió los códigos de barras para que le salieran más económicas.

Parece que las cartas Pokemón no son tan inocentes después de todo

Las tarjetas que el sujeto estaba intentando comprar tienen un valor de 394 dólares (cerca de $8 mil pesos a pesar del bajón temporal del dólar), pero el uniformado tenía un plan para evitar semejante sobreprecio: antes de llegar a la tienda, él había quitado unos códigos de barras de unas cartas que tenía en casa y que son eminentemente más baratas; y pues es así que intentó colocar dichos códigos en el paquete de tarjetas que quería, pero fue descubierto por personal de seguridad de la tienda.

La actitud del agente llamó la atención del guardia de seguridad quien se le acercó para ver “si todo estaba bien”, pero en eso salió con que tenía un “8-14” y que “lo estaban llamando” para salir de la tienda a toda prisa.

Fue gracias a las cámaras de circuito cerrado que la tienda pudo constatar lo que Knight estaba queriendo hacer y presentaron una denuncia ante el departamento de policía.

A pesar de que el robo no se consumó, la Comisión de Normas y Formación de Agentes de Paz de Kansas determinó que el agente “carecía de las cualidades personales de integridad”, y pues fue así que le retiraron su tarjeta, pistola y macana, y ya no trabaja como policía y todo por culpa de unas tarjetas Pokemón.

Esto confirma que no deja nada seguir siendo ñoño a edad adulta…

 

Y para leer más: Ya se está escuchando en la Ciudad de México el  grito de “fierro viejo que venda” pero en inglés por si dudaban que había gentrificación.

Adolfo Santino

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