Increíble pero cierto

Hackearon a RockStar y ahora sí ya tenemos imágenes de cómo será el Grand Theft Auto VI

¿No querían compartir adelantos, verdad?

Ciudad del Vicio.- Luego de meses de espera, especulaciones, suspiros, ruegos y rumores, por fin pudimos ver las primeras imágenes del nuevo Grand Theft Auto VI, pero no fue gracias a la generosidad de Rockstar Games, sino por un hackeo que les hicieron a sus sistemas.

Lo que en un principio eran solo rumores, terminó por confirmarse por el propio estudio que nos ha dado los dos gloriosos “Red Dead Redemption” y 5 “Grand Theft Auto”:

“Recientemente hemos sufrido una intrusión en nuestra red a través la cual una tercera parte no autorizada accedió de forma ilegal y descargó información confidencial de nuestros sistemas, incluyendo material de desarrollo en una fase muy temprana del próximo Grand Theft Auto”.

“Estamos extremadamente decepcionados de que los detalles de nuestro próximo juego hayan sido compartidos con vosotros de esta forma. Nuestro trabajo en el próximo Grand Theft Auto seguirá adelante según lo planeado y seguimos igual de comprometidos que siempre para entregaros una experiencia a vosotros, nuestros jugadores, que realmente exceda vuestras expectativas”, así decía el lastimero comunicado confirmando que el hackeo

fue real.

Entre las filtraciones se dieron a conocer la trama del juego, locaciones, personajes y muchos videos, de entre lo que podemos destacar lo siguiente:

Tiene lugar en “Vice City”, es una continuación del 5, jugarás con un hombre y una mujer como protagonistas; y sobre todo, le falta aún mucho de desarrollo por las imágenes y videos que pudimos ver.

Moraleja para todos los estudios de videojuegos: o nos dan adelantos periódicos de los proyectos o los hackers lo harán a la brava.

Segunda moraleja: no pueden tardar más de 10 años en desarrollar un juego. El lapso máximo son 3-4 años, así hagan crunch. Hemos dicho.

Y por si te lo perdiste: ya salió gente que le echó la culpa a AMLO del sismo y pues parece que están peor que los chairos.

Adolfo Santino