Increíble pero cierto

¡Señora Bouvier!: “Amor, no te cases, aún te amo”, decía una manta colgada en San Luis Potosí

Esta historia te romperá el corazón

Una manta con la leyenda “Amor, no te cases, aún te amo. Paso por ti a la iglesia, juntos por siempre” apareció colgada de un puente de San Luis Potosí, y se nos metió una basurita en el ojo.

La imagen que ya está circulando en todos los changarros de enchiladas potosinas es desgarradora por sí sola, pues como buen cuento corto, nos deja entrever mucho con unas cuentas palabras. Analicemos: la chica ya está a punto de casarse con otro; el vato que manda a hacer mantas tamaño industrial anduvo con ella, cortaron y de tanta agua de calzón, sigue pensando en la chica; la otra pareja ya está por casarse y él está bloqueado de todos lados, de ahí su estratagema desesperada de colgar una manta en un lugar donde cree que ella puede verla; ha visto muchas películas y cree ciegamente que si ya accedió a casarse con otro, tiene posibilidades de ir a “rescatarla” del altar; y por último, no conoce Tinder ni se ha metido a alguna clase de francés optativo para olvidar a la chica a punto de ser desposada.

La foto de la manta que como ya vimos, es toda una narración corta, fue compartida por el propio gobernador del estado, quien se conmovió por la historia del enamorado despechado de quien desconocemos la identidad, pero sí sabemos cómo duerme por las noches.

Esta manta colgada en un puente es tan cursi como desesperada

“Los de Soledad andan muy enamorados, ¡como historia de telenovela! #RGoficial”, decía el mensaje del gobernador junto a la foto de la manta en el puente peatonal.

Ha sido tan viral la imagen en todo el estado, que si la chica no ha pasado por el puente donde le dejaron el recadito, de seguro sí ya se enteró por algún contacto que la reconoció y le ha de haber hecho el favor de pasarle la notificación personal con los deseos de su ex.

Hablando de gente sin vergüenza: un turista gringo encuerado apareció en una avenida de Quintana Roo y ni los policías pudieron con él.

 

 

 

Adolfo Santino

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