Pabellón del Encaje.- Una posada del trabajo terminó muy mal luego de que el patrón le regalara a una empleada en el intercambio un juego de lencería, lo que no cayó para nada bien a la esposa del sujeto.
La tradicional dinámica del intercambio entre trabajadores siempre ha sido un peligro pues nadie queda satisfecho, y esta vez una posada laboral en Campeche no fue la excepción, pues ni el patrón, ni la esposa ni la agasajada quedaron a gusto con la lencería de la discordia.
Resulta que al patrón de manera misteriosa le tocó en el intercambio su empleada faviruta, y a éste se le ocurrió darle una lencería roja con encaje, de esas bonitas, y que al momento de recibirla, los demás empleados empiezan a gritar “¡Qué lo abra, qué lo abra!”, y que lo abre…
El regalo molestó de tal manera a la esposa del jefe que se le dejó ir a las greñas de la mujer que hasta hace unos segundos se sentía agradecida con la vida:
En las escenas que ya están circulando en las redes, se puede ver a las mujeres trenzadas mientras los demás intentan separarlas (excepto el que está grabando y el grupo que está detrás sonriendo), hasta que finalmente la esposa se separa satisfecha de haberle dado su toque personal a la posada de su esposo.
Nadie sabe si después de estos eventos, la posada siguió o si los regalos de la rifa se acumularán para el año que entra, aunque también nos queda la duda de si el baby doll sufrió algún daño.
"Ahorita llega la novia, tía"
RECLAMONAMENTE CIERTO
BOCONAMENTE REAL
"Ni parece que está hablando español", se quejó el dueño de una franquicia de pollos…
Yamcha tampoco puede superar que le hayan bajado a Bulma
Son los mismos que se andan con gorra en todos lados