Cava de las patanerías.- Una de las mejores películas que Pixar nos ha regalado es sin duda alguna Ratatouille, misma que tiene personajes con una historia sólida y que bien podrían protagonizar su propia película (ojalá y no, pero podrían…), como es el caso del crítico gastronómico Anton Ego, quien funge como némesis de Gusteau, el difunto chef del restaurante donde trabajan Lingüini (y Remy).
Ego es (o finge ser) un conocedor de la alta cocina, de ahí que se presente al restaurante para deleitar los platillos, y esa es la trama principal de la película.
Quien al principio es tal vez uno de los personajes más desagradables de todo el universo Pixar, llega a Gusteau’s para probar el sazón del “nuevo” chef Lingüini, quien se ha convertido en dueño del lugar gracias a que a él todavía le tocó heredar; una vez sentado le ordena al camarero:
“…se me antoja algo de perspectiva…”, dice el insufrible sujeto confundiendo al pobre mesero que tiene que lidiar con ese tipo de personitas.
“Si ya no tienen perspectiva, les ofrezco un trato: si proveen la comida yo me encargo de la perspectiva. Y traiga una botella de Cheval Blanc del ’47”, agrega el pedante sujeto al ver dubitativo al camarero.
Esta botella que ordena el aprendiz de golfista alcanzó hace un par de años la cantidad de 224,598 euros en una subasta de la casa Christie’s, luego de que fuera encontrada en la bodega de un coleccionista suiza, convirtiéndola en la botella de vino más cara de la historia. Aunque cabe mencionar que fue una presentación “imperial” de 6 litros. Anyway…
Una botella de esa marca pero del año 2006 cuesta alrededor de 25 mil pesos, es decir, es sumamente cara (e innecesaria comprar), pero en particular la que ordena Ego es desorbitante. Un vino de esa fecha ya está (en jerga de bufones y catadores de vino) “cansado” y ha comenzado a decaer.
Este no es el único vino caro que aparece en la película, pues cuando el chef Skinner intenta emborrachar a Lingüini para que le confiese sus “secretos” para cocinar, le sirve una botella de Latour de 1961, la cual puede alcanzar los 5 mil euros.
"Ahorita llega la novia, tía"
RECLAMONAMENTE CIERTO
BOCONAMENTE REAL
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