10 adultas formas de enterarte que Santa Claus no existe
Cuando ya no sales sin tu Riopan
Sepulcro de los Sueños.- Cuando nos hacemos adultos creemos que la inocencia se ha ido para siempre, pero la realidad es que seguimos siendo ingenuos para muchas cosas y conforme vamos avanzando en este Valle de Lágrimas llenos de deudas y de intereses impagables, descubrimos que aún nos quedaba mucho por aprender (y por qué llorar). Esas revelaciones que la vida nos hace de adultos son igual de dolorosas que cuando sabíamos la verdad de Santa, con el agravante que aquí hay pensiones alimenticias y embargos de por medio.
De adulto nos llegan varios “Santa no existe” que ni los veíamos venir
Así las cosas, hay sorpresas que la vida nos tiene preparada y que hacen que entendamos por qué nuestro jefe siempre parecía estar frustrado y enojado:
1. Que te empiece a doler la rodilla. Y no es tanto el malestar, sino saber que jamás volverá a estar como antes.
2. Darte cuenta que si comes pozole y no te tomaste tu Riopan u Omeprazol antes, no vas a poder dormir por la acidez.
3. Saber que la ropa no se lava sola.
4. Descubrir que el “siempre te amaré” de tu pareja realmente significa “mientras me sirvas, estaré contigo” (El culpable de esta nota aclara que no está dolido, y que sólo escribe estos panfletos para entretenimiento de usted, amable lector).
5. Que el karma no existe y que simplemente es un consuelo imaginario de rencorosos.
6. Tal vez la mayor desilusión de adulto tipo “Niño Dios” es enterarte del precio de los quesos… y las almohadas.
7. Cuando te das cuenta que mil varos en realidad no es mucho, y que cuando lo “partes”, se escurre entre los dedos.
8. Nada peor que darte cuenta que ahora tú eres el “padre” de tus papás y debes ayudarles en muchas cosas incluyendo en recordar su contraseña del gmail.
9. Que la vida no es justa, que simplemente las cosas suceden y que no hay nada que hacer para evitarlo.
10. Que hacer el “exquisito” en la regadera no es como en las películas, uno siempre se enoja porque le da frío y empuja a su pareja para agarrar tantita agua caliente.