Héroe nivel: Morrillo demanda a municipio para que lo dejen andar en bici y gana

Resulta que una demanda abre muchas puertas

New Lion – A todos nos pasó al menos una vez durante la infancia que alguna vecina mayor intentara hacernos la vida de cuadritos, es parte de la vida en México. Pero a diferencia de nosotros, este morro de 15 años decidió hacer algo e interpuso una demanda contra su respectiva vecina troll, quien no lo dejaba pasear en bici en un parque local en Nuevo León.

Los hechos ocurrieron en el Parque Bosques del Valle, en San Pedro, un espacio diseñado para pasear en bicicleta y que incluso tiene letreros donde dice “Parque de bibicletas”. Aún así, cada que el muchacho y sus amigos llegaban en sus rilas, la señora llamaba a la patrulla y los policías procedían a correrlos.

Mientras que cualquiera de nosotros se hubiera quedado callado ante tal injusticia, este chamaco decidió interponer una demanda de amparo. ¿Y qué creen? Ganó y ya puede andar en el parque en bici.

¿En dónde jugarán les niñes? En San Pedro, gracias.

Luego de revisar su caso, un juez le ordenó a las autoridades cuidar a los morros del Parque Bosques del Valle para que nadie pueda correrlos y jueguen ahí hasta que se harten. De hecho, el juez se mostró bastante buena onda y hasta le escribió una carta explicándole en lenguaje muy sencillo en qué consiste el amparo que le fue concedido.

Ahí nos enteramos que una “señora mala” (sus palabras) intimida con gritos y amenazas a los que andan en bici, por lo que se ven obligados a usar la calle para pasear en bicicleta. Pero en la calle tampoco los quieren, porque los automovilistas les gritan cosas, además de representar un peligro para ellos. Pura gente fina en San Pedro pues.

Al final el asunto se resolvió y tal parece que este compa ganó una batalla no solo para él, sino para cualquiera que guste de andar en bici en todo el municipio. Nos queda claro que los chamacos de ahora ya traen otro chip así que bien por ellos.

Seguiremos informando hasta que salga alguien a corrernos a gritos.

VE TAMBIÉN: 13 experiencias mexicanas que te habrías perdido si hubieras nacido en Finlandia