El Futuro – El nacimiento del primer bebé con cubrebocas integrado en una clínica del IMSS está causando gran revuelo entre la comunidad científica mundial y está cuestionando todo lo que creíamos que sabíamos acerca de la evolución.
El niño Iker Mamarre Bebelín, nacido en la clínica #13 del IMSS, llegó al mundo con un pequeño cubrebocas de tela orgánica integrado. Al intentar retirarlo, la bendición mostró señales de inconformidad, por lo que se especula que forma parte de su organismo.
Trascendió que la mascarilla del bebé es una N95 (ayperro) y además de protegerlo de los cov*diotas que se niegan a cuidarse del bicho, estará al último grito de la moda y la evolución.
Este suceso está tambaleando a la comunidad científica, quien hasta este momento creían que la evolución era un proceso que se tardaba millones de años. Pero, tal y como profetizó el profesor Charles Xavier, cada cierto tiempo la evolución de un salto tremendo. Y aunque ya llevábamos varios años con niños que “ya traen otro chip”, es la primera vez que pasa algo tan loco.
Muchos especulan que pronto nacerán bebés con termómetros infrarrojos en los ojos, otros que escupan gel antibacterial y algunos más con una alarma de cov*idiotas que suena cada que alguien propone irse a la playa en plena pandemia.
Por lo pronto, el bebé ya cuenta con una beca para el Instituto Xavier de Jóvenes Superdotados, que por el momento se encuentra en su modalidad en línea debido a la cuarentena.
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