México.- En esta redacción pocas veces les traemos noticias amables, que tengan como valores la amistad y la empatía. Pues hoy es su día de suerte porque les traigo una historia que les provocará una pequeña lágrima de esperanza. Hablemos de dos amigos y un Chocorrol.
Todo empezó cuando un joven amante de los Chocorroles descubrió que su paquete de dos solo tenía un Chocorrol, por lo que hizo pública su denuncia a través de redes sociales.
¿Cómo es posible que sigan pasando estas cosas en pleno 2020? No lo entiendo.
Se habló, se dijo y se investigó para poder recuperar lo perdido, sin embargo, los grandes consorcios solo atienden hasta donde están sus posibilidades, y después… después solo queda el silencio.
A pesar del sufrimiento de un Chocorrol perdido, este buen mexicano siguió con su vida, anhelando devorar ese segundo panecillo De repente, un milagro. Lejos, muy lejos de su hogar, otro amante del chocolate recibió una gran noticia: tres Chocorroles en un solo paquete.
Este amigo sorprendentemente funcionó con una lógica que no vemos muy a menudo en internet: si yo tengo tres y tú solo un Chocorrol, entonces esto debe ser repartido en partes iguales. Quién lo diría, en la cumbre del egoísmo en redes, donde todos se pelean por cualquier cosa, estos dos encontraron la amistad.
Ya quisiera Gabriel Garciá Márquez escribir algo tan conmovedor, tan lleno de poesía.
¿Y qué creen? Que sí cumplió. A pesar de la distancia, uno en Monterrey, otro en Sinaloa, el Chocorrol fue perfectamente empaquetado y enviado a quien alguna vez soñó con tener un amigo… y otro Chocorrol.
Finalmente, este compañero decidió no comerse el Chocorrol, en un giro inesperado de tuerca, este muchacho decidió conservarlo como símbolo de una verdera amistad.
Los había dejado en una canasta desde la Pascua Se le habrían perdido desde la…
"¡Que la Chintrola! Pues al 'bolillo' le decimos 'birote'", exclamó el gobernador del Estado
FUE UN PLACER CONOCERTE PERO CIERTO
¿POR QUÉ HABRÁ SIDO? PERO CIERTO
INSUFRIBLEMENTE REAL
SERVICIALMENTE REAL