El Internet Tóxico – A 23 años del lanzamiento de uno de los discos más controversiales de la música moderna, “¿Dónde jugarán las niñas?” de Molotov, hay una nueva polémica en Twitter.
Lo raro no es que haya una polémica en Twitter (porque de eso viven allá), sino que alguien haya revivido de la nada el disco para juzgarlo con estándares modernos. Todo comenzó con este tuit:
Va de nuevo borroso porque ustedes no se ofenden, pero Facebook sí:
Esto despertó un intenso debate. No tanto porque hubiera gente ofendida, sino porque había gente diciendo que seguro les ofendería. ¿Me explico? Nadie había dicho nada, pero ya estaban los fans de Molotov (que hasta tienen el disco en vinilo) diciendo que de seguro las rolas nos ofenderían ahora. Como si no tuviéramos a Bad Bunny cantando sobre degustar posaderas.
La raza se puso a pelear en Internet porque, seamos honestos, no es tan difícil que eso pase. Por un lado están los que dicen que la generación de cristal se ofendería con Molotov y por otro… nadie, los enemigos imaginarios. Literalmente a nadie le ofende un disco con groserías.
Todos estamos de acuerdo que la policía te está extorsionando (dinero) y la rola más problemática, que usa la palabra con P, se ha convertido en un himno que reivindican algunos integrantes de la LGBT. Esto bien lo sabe cualquiera que haya estado en un antro de República de Cuba de madrugada.
El único aspecto problemático que quedaría es la portada que muestra a una morra con uniforme. Pero de esto ya habló el creador de la portada.
El mismísimo creador de la portada original de “¿Dónde jugarán las niñas?” ya dio su versión y es, una vez más, disruptiva para su época.
Victor “Pico” Covarrubias publicó el año pasado en su cuenta de Instagram un rediseño de la portada. Palabras más, palabras menos, dijo que si tuviera que hacerla de nuevo el día de hoy, tendría que ser diferente para volverla inolvidable y osada. Así que él propuso esta versión:
Vatos con falda como la polémica imaginaria del año pasado, lenguaje incluyente que tantas ronchas levanta y todos los elementos para que los que dicen “ahora se ofenden por todo” terminen ofendidos.
Los tiempos cambian y las cosas por las que nos enojamos también. Pero hay una constante: Todos siempre se han ofendido por todo. Si no me crees, pregúntale a tu mamá.
"Si así se ponen por unos bollos, no quiero ni pensar cuando instalemos Taco Bell…
DESESPERADAMENTE REAL
COLONIZADORAMENTE CIERTO
Además de cena en casa ajena, conocerán a las sobrinas del patrón
Lo usaron de medio de transporte hasta el valle que la nieve cubrió
"¿Cómo vas, ma'? ¿Ya hay buñuelos?", preguntó un chavo todavía en pijama