Increíble pero cierto

Todo lo que sabemos de este horrible poema arjoniano que circula en redes

El 2020 no puede ponerse peor…

Internet de la Cosas Apócrifas.- Todo comenzó el día de ayer, cuando en las redes sociales comenzó a circular un poema atribuido a Juan Villoro. El texto hizo reír a incautos mientras que muchos comentaron cosas como “ay, guácala, está medio feíto, ¿no?” A ver, ustedes juzguen:

¿Pan de mi a buela? Se estará preguntando el respetable público. Pues sí, pan de mi a buela, tal como lo leyeron vuestras mercedes. Bueno, pues luego del escándalo que causó este posmoderno texto, Juan Villoro ya salió a aclarar que él no lo escribió, y que le está pasando lo mismo a Borges cuando el internet le atribuye poesías chafas:

Uf, menos mal. Fe en la humanidad restaurada. ¿Pero por qué tanto argüende sobre la autoría de este poemita y las injustas críticas hacia Villoro? Agárrate, porque acá te va la explicación. Abro hilo (como dice la chaviza del chúirer):

Poema con pan de mi a buelita

La cosa es que muchos sí creían que el poema pudo haber sido creación del maestro Villoro, puesto que, hace ya casi tres años, este reconocido autor escribió unos versos sobre el terremoto

del 19 de septiembre. Aquí un fragmento leído por él mismo:

Este poema del terremoto fue amado y criticado, fue compartido y malvibrado. Algunos intelectuales dijeron que Villoro no tenia vena de poeta sino de narrador. Y otros lectores dijeron que sí estaba chido, y lo difundieron por todas partes.

Con dicho antecedente, cuando comenzó todo el despedorre de la pandemia, muchos dijeron en broma: “Ay, Villoro no se tarda en sacar un poema”, o “De seguro Villoro ya está escribiendo unos versos del Covid”.

El mame de querer que Villoro escribiera poesía pandémica fue tanto que a alguien se le ocurrió armar estos versitos transgresores y firmarlos a nombre de Juan Villoro. ¡Y pum! La lluvia de arena y la cábula se desató en las redes, como es lo normal.

Pero, como dijimos, el texto no es de Villoro. Así que todos podemos estar tranquilos. Ahora, la interrogante es: ¿quién podría ser el verdadero autor de esta oda al Covid? Esa respuesta no te la venimos manejando, y quizás nunca lo sabremos, ¿’tá claro?

 

Lui